Xisco y Rennella se volverán a ver las caras en Valladolid, al que llega el franco italiano cedido por el Betis | Ambos compartieron ataque en el Córdoba en la convulsa campaña 2012-13
El gol tiene nombre propio en los dos equipos. Mientras que Florin se erige en máximo referente en ataque del Córdoba, en el Valladolid el rol de estilete lo asume Juan Villar. Ambos futbolistas tratarán de elevar sus registros anotadores este domingo (José Zorrilla, 12:00) en un encuentro en el que además habrá otro duelo lleno de interés entre fusileros. Ése es el combate, en términos deportivos, entre Xisco y Rennella. El balear y el franco italiano se volverán a ver las caras en tierras pucelanas, toda vez que el segundo haya recalado en la escuadra albiceleste. Quienes no mucho tiempo atrás fueran compañeros se reencontrarán esta vez, sin ser la primera, en bandos diferentes. También en una situación distinta, pues al tiempo que el de Santa Ponça es uno de los hombres más destacados del cuadro califal y suma un buen número de tantos -cinco-, el de Saint Paul de Vence llega al conjunto castellano leonés con el fin de obtener unos minutos de los que no gozó en el Betis.
No es el único ex al que verá de nuevo el Córdoba en Pucela, donde también esperan Guzmán Casaseca y Miguel Ángel Portugal, pero sí el de más reciente pasado blanquiverde. Además su participación, si así lo viera conveniente el técnico burgalés, supondrá ese reencuentro con Xisco. Los dos compartieron vestuario, aunque no por mucho tiempo, en el conjunto califal en un período convulso. El franco italiano inició la campaña 2012-13 como uno de los hombres llamados a ser importantes en el equipo de Rafa Berges. El gol debía pasar tanto por él como por Joselu, quien apenas aportó tres a lo largo de todo el curso. Fue Rennella quien asumió la responsabilidad de batir las metas rivales y lo demostró a base de tantos. Su primer tramo de campaña resultó positivo, ya que consiguió anotar cinco dianas -más otra en Copa- y se convirtió en protagonista en ataque. Sin embargo, el club decidió reforzar la línea de vanguardia con un delantero de nivel. Llegó Xisco y el puesto de primer espada pasó a ser suyo.
Los dos arietes compartieron labor y la compenetración en ocasiones sirvió para ver puerta con facilidad. Pero no fue sencillo readaptar el esquema de Ferrer y mucho menos sobrevivir al gris período de Juan Eduardo Esnáider en el banquillo. Bajo las órdenes del argentino el Córdoba sólo ganó dos encuentros de nueve. A pesar del declive, Xisco consiguió cerrar su primera etapa como blanquiverde con ocho tantos en catorce jornadas, un dato con el que superó a su entonces compañero y el domingo rival, que acabó con siete dianas en Liga. Tras aquella campaña, el balear selló un contrato de mayor duración con la entidad califal, que encontró en él la referencia para la temporada del ascenso. El franco italiano, por su parte, halló la puerta abierta del Betis. Firmó por el conjunto heliopolitano, pero en la 2013-14 vistió la elástica del Lugo. Fue con la escuadra gallega como se reencontró con su ex equipo y con el de Santa Ponça. El pasado curso sí llegó a disputar 34 encuentros con los verdiblancos y éste lo comenzó con fuerza: jugó en seis de las primeras nueve jornadas de Primera. Pero después salió de los planes y en el mercado de invierno hubo de buscar una vez más otro destino. Ése es el Valladolid, con el que medirá fuerzas ante con quien tiempo atrás buscara el gol califal.
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