Duje Cop, Memo Ochoa, Fabio Espinho y Egor Filipenko son los cuatro jugadores con más opciones de abandonar el Málaga en el inminente mercado invernal. Hay que liberar masa salarial para reforzarse y ninguno de los cuatro cuenta con la confianza de Javi Gracia, que apenas ha contado con ellos esta temporada.
El club blanquiazul, tal y como desveló Javier Tebas, presidente de la LFP, ya reconoció que sólo tiene 900.000 euros de margen para alcanzar el tope salarial. Y o llega una inyección de capital, en forma de inversión del jeque o de publicidad en las camisetas, o no queda otra que desprenderse de futbolistas que aligeren esa carga económica para poder fichar otros jugadores que compensen los defectos de la actual plantilla, como un par de extremos, un organizador y un medio centro defensivo.
En ese sentido, se juntan el hambre con las ganas de comer. Cop, por ejemplo, ha pasado a ser el cuarto delantero tras Amrabat, Charles y el recuperado Santa Cruz. El croata, que está cedido por el Cagliari, necesita jugar para tener opciones de estar el próximo verano en la Eurocopa. Y con Gracia en el banquillo no lo va a hacer.
El caso de Espinho, que sí es propiedad del Málaga, es más difícil de solventar. Tiene contrato hasta junio de 2017 y a sus 30 años no parece sencillo encontrale una salida que no pase por la rescisión y, por consiguiente, una indemnización. Pero a nivel deportivo tiene imposible jugar en la mediapunta, donde el técnico cuenta con numerosos efectivos.
Lo de Ochoa lleva claro desde la segunda jornada de la pasada Liga. El mexicano no quiere pasar otro año en blanco, apenas jugando en la Copa. Su problema principal es su condición de extracomunitario y su alta ficha. Su agente no ha sido capaz de encontrarle acomodo en Europa hasta ahora, pero el Málaga sigue abriéndole la puerta de par en par. En el club se confía en Aarón Escandell como segundo, e incluso se podría recuperar a Pol Ballesté, suplente en el Cádiz.
Por último, está lo de Filipenko, que ha tardado 11 meses y 1 día en debutar en Liga. Lo curioso es que ha jugado en los dos últimos encuentros, en Copa ante el Mirandés y en Liga ante el Athletic, pero el bielorruso, con contrato también hasta 2017, sigue sin convencer a Gracia, que cuenta con Angeleri, Albentosa, Weligton e incluso Torres para actuar de central.
