El Real Valladolid no vencía lejos de Zorrilla desde mayo, cuando superó al Alavés en Mendizorroza
La victoria ante el Real Zaragoza en La Romareda fue especialmente celebrada. La afición y el vestuario necesitaban tres puntos que sirvieran para ganar en confianza y romper la mala racha del Real Valladolid fuera de casa. Cinco meses y medio habían pasado desde la victoria (0-2) en Mendizorroza ante el Alavés, con goles de Roger y Jonathan Pereira.
Desde entonces, el Pucela había caído eliminado del playoff de ascenso en Las Palmas de Gran Canaria y no había sido capaz de vencer lejos de Zorrilla en la presente temporada. El balance era de tres partidos perdidos (Córdoba, Ponferradina y Llagostera) y tres empatados (Numancia, Huesca y Almería), con cinco goles a favor y once en contra.
En Soria y Huesca el equipo tuvo ventaja en el marcador, pero finalmente tuvo que conformarse con el reparto de puntos, mientras que en Almería dispuso de un penalti para sentenciar en el tiempo de descuento, aunque la miel volvió a quedarse en los labios. Al fin, el Real Valladolid pudo sonreír a la finalización de un encuentro fuera de casa, un partido que en el ánimo de todos está que se convierta en punto de inflexión.