Jonathan Pereira, delantero perteneciente al Villarreal y procedente de Vallecas, llega cedido al Real Valladolid hasta el mes de junio. Puede ampliarse su vinculación
Desde el 28 de octubre el Real Valladolid está buscando un delantero que pueda sustituir a Roger Martí, lesionado de gravedad en su rodilla izquierda. Tras muchas negociaciones, infinitos debates y decenas de quebraderos de cabeza de todos los estamentos del club, Rubi ya tiene su ansiado delantero y en tiempo récord ya que el atacante llega en el primer día del mercado invernal. Antes de poder ser incluso denominado como regalo de Reyes, Jonathan Pereira (Vigo, 12/05/1987) llega al estadio José Zorrilla en una cesión que, inicialmente, es para seis meses pero que podría verse ampliada en caso de que los pucelanos consiguieran el ansiado ascenso de categoría.
Con este delantero, además de reforzar la parte más débil del equipo que, hoy por hoy, era el ataque, el equipo se nutre de un futbolista de grandes cualidades y con un buen olfato goleador. Pereira, además de un jugador muy válido para el estilo de juego que está intentando implantar el nuevo cuerpo técnico des desde el mes de junio, dota al equipo de un punto más de experiencia en la categoría. Actualmente, el gallego suma 99 partidos en Segunda división, encuentros en los que ha anotado 30 goles. Ambas cifras ayudan a definir qué tipo de delantero ha conseguido firmar Braulio Vázquez, gran valedor de la llegada del ex jugador del Rayo Vallecano.
Canterano amarillo
El nuevo jugador blanquivioleta llega procedente del barrio madrileño de Vallecas pero la realidad es que el conjunto de Paco Jémez nunca ha sido propietario de sus derechos. El vigués pertenece al Villarreal, club al que llegó siendo un niño desde Galicia, y que ahora le cede al Real Valladolid para liberarle de la mala decisión veraniega de aceptar la propuesta rayista.
Su llegada al estadio José Zorrilla supone una nueva oportunidad para demostrar todo ese potencial que se le presuponía cuando con poco más de 12 años abandonaba su tierra para llegar hasta tierras castellonenses. El nivel de su juego no se quedó en su llegada a El Madrigal. Allí evolucionó y se convirtió en un ejemplo y una referencia. Con 16 años empezaba a vislumbrase su etapa profesional al asomarse en el filial amarillo. El menudo delantero llegaba a tal escalón gracias a convertirse en el máximo goleador de las categorías inferiores. En pocos meses, el gallego se había ganado a Villarreal que veía en él a su joya.
Por el cariño que le había tomado toda la familia castellonense en su tiempo de formación, el 8 de junio de 2013 fue tan especial en El Madrigal. Aquel día, el equipo ascendía de categoría y lo hacía con un gol del nuevo delantero blanquivioleta. De esta forma, la alegría era doble en el club amarillo. Retorno a la máxima categoría española y con gol de aquel jugador formado en sus campos de entrenamiento y que seis meses antes había decidido bajar de categoría para sacar del pozo en el que estaba su amado Villarreal.
Tiempo de cesiones
Entre ese joven jugador que llegaba a Castellón desde la Unión Deportiva Santa Mariña gallega y aquel que firmó el gol del ascenso ante la Unión Deportiva Almería, Jonathan Pereira vivió mucho fútbol profesional. Tras debutar con el primer equipo amarillo, de la mano de Manuel Pellegrini, el futbolista hacía las maletas para vivir dos cesiones consecutivas que le empujarían para asentarse en el fútbol profesional.
En la campaña 2007/2008, el Racing de Ferrol obtenía su cesión para señalarle como el jugador más importante de aquel proyecto que tristemente terminaría en descenso a Segunda división B. Ni tan siquiera el apoyo de Álvaro Antón con su llegada desde Valladolid en el mercado invernal de 2008 ayudaría para que los verdes pudieran permanecer en la categoría de plata. La tragedia global no evitaría el éxito individual. 11 goles anotados en 39 partidos llamaron la atención del Racing de la élite. En este caso fue el Racing de Santander el que que obtendría su cesión en un momento histórico para el club cántabro.
Juan Ramón López Muñiz confió en el nuevo delantero pucelano para afrontar la temporada 2008/2009, aquella en la que competía en la Copa de la UEFA tras la histórica campaña anterior junto a Marcelino García Toral. En esa ocasión, el éxito fue doble. El grupo triunfó con una holgada salvación y un digno papel en Europa mientras que Jonathan Pereira disputaba 41 partidos y anotaba ocho goles.
Salida y triste regreso
Gracias al buen papel de esas dos temporadas de cesiones, Jonathan Pereira regresaba a Villarreal con la esperanza de tener un papel protagonista en su casa pero, por aquel entonces, la competencia era muy alta y feroz. Compañeros como Nilmar, Rossi o Joseba Llorente le restaban todas las opciones de jugar y el futbolista decidió zanjar su estancia y firmar por el Real Betis un contrato de cinco temporadas.
En enero de 2010, Pereira llegaba a Heliópolis con la ilusión de asentarse en un club en el que pudiera disfrutar del fútbol con un protagonismo que en su casa no le aseguraban. Tristemente, en el Real Betis fue algo similar. Un buen inicio de andadura con minutos de juego y relevancia, no tuvo ampliación en el tiempo. Así, tras tres años con buenos momentos pero, sobre todo, con un triste final, el jugador abandonaba el equipo verdiblanco con el premio de un ascenso y 16 goles anotados.
En aquel momento, el jugador estaba débil y el Villarreal volvió a llamar a su puerta. Era el momento de regresar, ayudar a su club y volver a sentirse el futbolista que en sus últimos meses en Sevilla no fue. La decisión fue perfecta. Regreso, cariño, protagonismo y ascenso. Esta fórmula puede tener repetición en la actualidad. Jonathan Pereira llega al Real Valladolid después de seis meses muy duros en Vallecas. Allí no se ha sentido el futbolista que es ni se han cumplido las expectativas creadas. En este caso, Braulio Vázquez le ha prometido todo aquello que el Villarreal le apuntó en 2013 y que se confirmaron con aquel inolvidable gol que significaba el ascenso de categoría.
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