El técnico del Valladolid se ha mostrado visiblemente molesto por los silbidos al equipo

Ningún periodista preguntó concretamente sobre el ambiente en Zorrilla, pero el entrenador del Real Valladolid, Joan Francesc Ferrer, Rubi, avisó de que si la afición va a silbar de manera continuada en cada error de sus futbolistas, «será más difícil subir de categoría» y ha mostrado su disconformidad por la reacción de la hinchada puesto que «el equipo no ha tenido un problema de actitud».

Rubi ha defendido el partido de su equipo, ha interpuesto una coraza entre su plantilla y el escenario, pero no ha podido evitar el malestar por los pitidos de la grada dirigidos, sobre todo, a Omar y Bergdich, en el segundo tiempo. «No lo tienen fácil porque cada vez que pierden un balón tienen que pelear con ellos mismos y con todo lo demás… es complicado». Para el preparador catalán, los blanquivioleta han exhibido un nivel «muy aceptable» contra un Elche al que no han concedido «ni una ocasión», y sobre el que han generado oportunidades para haber marcado. «Si pensamos que se puede ver un 3 a 0 contra el Elche jugando con chicos, que teníamos muchas ganas de ver y que lo han hecho muy bien, lo respeto, pero no lo comparto», ha respondido con frialdad. 

Para sobreponerse a la falta de gol, Rubi se ha fiado a la fortuna que no ha tenido el Valladolid ante Las Palmas y Leganés, y a continuar siendo sólidos en el plano defensivo como, celebra, cree que ha sido el bloque pucelano ante el Elche. Una eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa del Rey que se dirimirá el 18 de diciembre en el Martínez Valero y que, a juicio del entrenador pucelano, «está al 50 %».