El Real Valladolid firmó en el Estadio de la Nova Creu Alta, ante el Sabadell, su segundo empate consecutivo sin goles. El resultado no es anecdótico, sino que refleja las virtudes y las carencias de un Pucela que sufre poco en su área, pero que no encuentra la forma de matar los partidos en la del rival.
El Pucela afrontó el partido con varios cambios con respecto al partido de Miranda, tanto de hombres como de posiciones. Chus Herrero cubrió la baja de Jesús Rueda en el centro de la defensa; Sastre formó en el centro del campo con André Leao; y Óscar Díaz relevó a Jeffren en la punta del ataque, de tal forma que el canario se fue a la banda derecha, ya que Bergdich se quedó en el banquillo.
El equipo funcionó a la perfección en la primera parte. El Sabadell salió con la intención de sacar siempre el balón jugado, pero la presión blanquivioleta anuló esta apuesta. Poco a poco el Real Valladolid se hizo con el dominio en el centro del campo y comenzó a monopolizar la posesión del balón. Le costó encontrar el camino de la portería, pero en el último cuarto de hora acumuló hasta cuatro ocasiones de gol que no consiguió materializar.
El Sabadell respondió en los últimos minutos y también tuvo su oportunidad para marcar en un cabezazo al que contestó Javi Varas con seguridad.
La segunda mitad empezó con Timor en el campo por Sastre (con tarjeta amarilla) y un disparo de André Leao en una jugada ensayada de córner, pero pronto cambió el guión. El Sabadell se dio cuenta de que si no cambiaba su forma de jugar iba a perder el partido ante la insistencia vallisoletana y se la jugó al contraataque.
El partido se volvió de ida y vuelta muy pronto y el Real Valladolid comenzó a no sentirse tan a gusto. La presión vallisoletana ya no fue tan efectiva, el Sabadell también tuvo la virtud de mover el balón con mayor precisión y velocidad. Y la mezcla dio paso a un partido nuevo.
El Pucela nunca renunció a ganar, pero también temió por momentos que el Sabadell fuera el que diera en la diana, sobre todo cuando Gato engatilló un disparo muy lejano en el minuto 60 al que Javi Varas respondió con la que puede ser la parada de la Liga.
Poco a poco el Sabadell se metió en el partido y sintió que también era capaz de hacer daño. Por momentos, se desmelenó. Por supuesto, el conjunto arlequinado también dejó mucho espacio en su campo y el Real Valladolid tuvo un par de contraataques que podían haber sido letales, aunque la ejecución final fue defectuosa.
Pero la mejor ocasión del Pucela llegó cuando Óscar Díaz, frente a frente de Nauzet, cabeceó alto un centro de Carlos Peña en una preciosa jugada vallisoletana. Increíblemente, el gol le volvió a dar la espalda al Pucela y a Óscar Díaz.
Al final, al Real Valladolid, que acabó en el campo con Bergdich y Omar por Jeffren y Óscar, le quedó el regusto amargo de haber podido sumar tres puntos en Sabadell, al menos por la clara superioridad que tuvo en la primera parte. Tanto en Anduva como en la Nova Creu Alta el Pucela dio la sensación de ser mejor equipo que el equipo que tenía enfrente, pero sin gol no hay paraíso.
El próximo domingo (12 horas), de vuelta a casa, el Real Valladolid tendrá que seguir buscando el tanto ante Las Palmas, en el partido en la cumbre de la Liga Adelante, que ofrece un triple empate a 26 puntos en el liderato tras el empate de los canarios ante el Mirandés y la victoria en el descuento del Girona en Leganés, la próxima salida de los vallisoletanos.
