Todo comenzó con una contusión. El extremo tiene dañado el ligamento de la sindesmosis de su tobillo derecho
Alejandro Alfaro estará, al menos, dos semanas más de baja. El extremo, que cayó lesionado el pasado 5 de octubre tras una fuerte entrada de Perquis, central del Betis, parecía recuperado hace unos días tras varias jornadas de trabajo de fisioterapia al margen de sus compañeros. Incluso viajó a Albacete con el resto de la expedición blanquivioleta, pero fue el descartado por Rubi y ayer, tras realizarle una resonancia el lunes, se descubrió que tiene dañado el ligamento de la sindesmosis, que mantiene unidos tibia y peroné en su extremo distal.
«Evolucionó bastante bien y la semana pasada cuando decidimos que se incorporase a la práctica deportiva más habitual, notó molestias a la altura del ligamento. El primer día lo pudo soportar, pero el sábado se resintió y aunque viajó a Albacete no tenía buenas sensaciones», respondió ayer Alberto López Moreno, jefe de los servicios médicos del Real Valladolid, que fue el que explicó que, tras el golpe el día del Betis, Alfaro sufrió una torsión que «llevó consigo una afectación de la membrana interósea y del ligamento de la sindesmosis».
«Decidimos hacer una resonancia el lunes, se demostró que además de la evolución de la membrana había una parte del ligamento que no se había acabado de recuperar», continuó para dejar claro que hay que pararle «en principio dos semanas». «Este ligamento tarda más en recuperarse, es una lesión que va más lenta», concluyó el galeno, que ayer ya le colocó la primera pauta de factores de crecimiento: «Conviene no hacer más apoyos y que recupere bien».
De esta manera, Alfaro, que llevaba un par de semanas corriendo en solitario en los Anexos pero que no terminaba de encontrar sensaciones, tendrá que estar alejado de los terrenos de juego quince días, pediéndose el encuentro del domingo ante el Girona, el del Mirandés y casi seguramente el de Sabadell.
«Ha sido una lesión bastante fastidiosa. Cualquier lesión que se produce en apoyo pronostica cierta gravedad. La torsión ha dañado la membrana y el ligamento ha dado la cara en cuanto hemos vuelto a repetir el gesto deportivo, el giro», ratificó el médico blanquivioleta.
