Tras apuntalar la defensa con las llegadas de Javi Chica, Samuel Llorca y Chus Herrero, Braulio Vázquez debe seguir dando forma al nuevo proyecto blanquivioleta con la incorporación de diversos jugadores de ataque. Hasta la fecha faltan, previsiblemente y como poco, dos extremos y un delantero para la zona ofensiva del equipo. Sólo haría falta un ‘9’ más porque con la llegada de Óscar Díaz (Madrid, 24/04/1984), Rubi ya tiene el primer compañero de Roger Martí en las funciones de hacer los goles pucelanos.
Este veterano y polivalente futbolista madrileño llega desde la Unión Deportiva Almería, conjunto con el que la pasada campaña debutó en Primera división, categoría y club a los que llegó tras ocho temporadas consecutivas en la categoría de plata. Con esa experiencia de más de 200 partidos en Segunda división, Díaz se incorpora a la plantilla pucelana con el objetivo de conseguir el único éxito que le falta en la categoría: obtener un ascenso.
Polivalencia formada en Alcorcón
Antes de hacerse el hueco que hoy en día tiene en el fútbol de plata, Óscar Díaz tuvo que crecer hasta llegar al techo que tenía en el club en el que se formaba, la Agrupación Deportiva Alcorcón. Debutando y asentándose en el equipo amarillo en Segunda B, el nuevo jugador blanquivioleta cumplió el sueño de todo futbolista que había crecido y que se había formado en las instalaciones de Santo Domingo.
En las modestas pero completas infraestructuras madrileñas, Díaz comenzó a mostrar esa polivalencia que le caracteriza y que ha facilitado su llegada al Real Valladolid. Braulio Vázquez, enamorado por fuerza de futbolistas como el madrileño que cumplen en diferentes posiciones, se ha fijado en ese juego camaleónico del que el jugador ha hecho gala desde joven. Se inició destacando como delantero pero, poco a poco, se fue acoplando a otras funciones ofensivas. Jugador de banda, segunda punta o enganche han sido y son diferentes posiciones en las que Óscar puede rendir y en las que se formó en la base del equipo amarillo. Con esa facilidad para cubrir tantas partes del terreno de juego, el nuevo blanquivioleta llegó al primer equipo amarillo y a Segunda división en sólo unos meses.
Nómada del fútbol
Tras 36 partidos y seis goles en Segunda B con el Alcorcón, el Real Madrid no se pudo reprimir a llamar a una de las mayores joyas que existían en la capital en 2005. Así, y con una oferta para jugar en Segunda división, comenzaría el peregrinar del nuevo delantero pucelano por la categoría de plata. 13 partidos y dos tantos de blanco fueron el pistoletazo de salida para un trotamundos que llega al estadio José Zorrilla con más de 200 partidos en la ‘Liga adelante’.
Óscar Díaz, un nómada del fútbol, no ha tenido un sitio fijo en estas ocho temporadas. El futbolista ha dado vueltas a la geografía española. Desde Elche en 2006 hasta Lugo en 2013, pasando por Jerez de la Frontera, Vigo, Huelva y Gerona. En definitiva, un largo peregrinaje por la categoría en la que no ha tenido grandes éxitos grupales pero, tampoco, grandes decepciones. Pese a esa citada experiencia, Óscar Díaz no ha conseguido ningún ascenso a Primera como tampoco ha firmado ningún descenso a la categoría de bronce del fútbol español. Unos años más en el alambre y otros, más emocionantes, pero todos con la regularidad de saber que la temporada siguiente seguiría en la categoría. Siempre hasta el pasado verano cuando su magnífica campaña en el Club Deportivo Lugo le abrió las puertas de la élite. Sus grandes cifras goleadoras y su excelente rendimiento junto a Quique Setién le llevaron hasta Almería.
Antes de llegar al estadio de los Juegos del Mediterráneo como uno de los mejores goleadores de la última temporada, tuvo que reconvertirse para poder sonreír como lo hace ahora. Tras varios años insulsos y con demasiados cambios de equipo, el nuevo blanquivioleta decidió arriesgar al firmar por un equipo recién ascendido. La confianza que la transmitió desde el inicio Quique Setién y el hecho de que le aseguraba ser el ‘9’ del equipo, convencieron al futbolista para firmar un contrato de dos temporadas.
Tras la primera de esas dos campañas firmadas, el éxito no podía ser mayor. Ese jugador irregular, que solía actuar escorado en banda y que en muchas ocasiones debía adoptar un rol secundario, se había convertido en un delantero de grandes condiciones. En Anxo Carro confiaron en él como en ningún otro sitio y él devolvió esa confianza con un juego que le hizo explotar como futbolista. Gracias a ese liderazgo y los 15 goles, Óscar Díaz no sólo llegó a la élite sino que se convenció a sí mismo de que era un futbolista de los quilates que se le presuponían y no ese jugador que había dejado su mejor cifra goleadora en seis goles con el Xerez.
Triplicando casi esa cifra de la temporada 2010/2011, la Unión Deportiva Almería se impuso en la carrera a Sporting de Gijón y a Levante Unión Deportiva en el objetivo de hacerse con el jugador. Gracias a los 30.000 € de compensación que figuraban en el contrato del madrileño, el sueño de llegar para jugar a Primera división ya era real. Tras mucho sufrimiento y 206 encuentros en Segunda división, Óscar daba el salto definitivo a su carrera.
Tras el premio de hace un año y unido a los 30 partidos disputados y los cuatro goles anotados con el equipo almeriense, Óscar Díaz firma por el Real Valladolid. Lo que puede parecer un paso atrás en su carrera deportiva es la firma que el madrileño hace para luchar por primera vez en su carrera por el ascenso de categoría. Pese a todo lo vivido en Segunda división, el nuevo delantero pucelano nunca ha llegado a un club para luchar por llegar a Primera. Ésta es la primera vez y seguro que el jugador no lo desaprovecha y muestra de blanquivioleta todas esas condiciones que se le presuponían pero que confirmó en su temporada en Lugo.
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