El centrocampista riojano firmará la renovación en breve • Será por una temporada con opción a otra campaña más


Quizá sea el mejor fichaje del año. Y eso que él nunca se ha ido. Álvaro Rubio mandó ayer un mensaje de tranquilidad a la afición blanquivioleta. Se queda y el jueves comenzará a entrenar a las órdenes de Rubi.

En su cabeza solo hay un club y una ciudad: Valladolid. Desde que llegó en la temporada 2006-07, el mediocentro riojano ha sido indiscutible para cualquier inquilino del banquillo. Lo único que le ha apartado de la titularidad han sido las lesiones. Cuando ha estado bien siempre estaba fuera del banquillo asumiendo responsabilidad. Sumando, porque siempre es un jugador que aporta, por gris que sea su día.

Rubio terminaba contrato el pasado 30 de junio, pero porque lo decía un papel. Las dos partes convergen en interés y respeto, por eso su renovación es cuestión de detalles, como confirma el propio futbolista. “Está todo hecho, yo quiero seguir en el Real Valladolid y el club cuenta conmigo. En ningún momento me he planteado otra cosa”, apuntaba el riojano desde su retiro.

Continuidad condicionada


Solo faltan esos detalles que siempre alargan un poco la espera, pero el centrocampista firmará por una temporada con opción a otra más. “Dependiendo del número de partidos que juegue este año, el contrato podrá prolongarse una campaña más. Solo quedan pequeños flecos, pero se resolverán esta semana”, dijo.

El blanquivioleta quiere resarcirse de lo ocurrido la temporada pasada. Desea devolver al equipo a Primera y no se quería bajar del barco en esa situación. Eso no va con alguien que ha demostrado tantos años su compromiso por el club. “Ni yo ni mis compañeros estamos a gusto con lo que sucedió el año pasado. Sabemos que somos un club humilde y que entra dentro de lo posible, pero no de la forma en que lo hicimos, por eso este año partimos con el único objetivo de ascender. Sabemos que es difícil, pero ya lo hemos hecho otras veces, así que hay que trabajar duro desde el minuto uno”, reconoció.

La llegada de Rubi al banquillo es un punto extra para el riojano. “Tengo referencias, porque he preguntado a algún compañero que lo ha tenido como entrenador. Partimos todos de cero y eso es bueno, porque te da un plus de motivación para ganarte un puesto”, puntualizó.

Noticia: MARCA