Carlos Suárez compareció ante los medios de comunicación cariacontecido, muy serio y consciente del golpe encajado ayer por el club. «Es un momento duro porque a nivel económico íbamos bien», aunque «deportivamente las cosas se han hecho mal y han salido mal». Con todo, el presidente no tardó en cambiar el discurso para empezar a pensar desde ya mismo en el futuro. «Habrá que pelear y acertar», dijo, e incidió en que la gestión económica de los dos últimos años «ha sido buena» y por esa parte el club puede «estar tranquilo».

Por otro lado, no quiso pronunciares sobre la continuidad de Juan Ignacio Martínez. «Esta noche toca pasarlo mal y sufrir, mañana amanecerá como amanece siempre, nos pondremos el mono de trabajo y volveremos a intentar hacer las cosas lo mejor posible para poder volver a subir».

Tampoco perdió tiempo en analizar el resto de resultados, todos malos para los intereses del Valladolid. «Nosotros teníamos que ganar y no lo hemos hecho, de modo que el resto me importa más bien poco». Suárez también se lamentó de las oportunidades que el equipo ha dejado escapar en las últimas jornadas. «Hace un par de semanas éramos optimistas con salir adelante, pero los dos últimos partidos no los hemos ganado y por eso estamos en Segunda División». También quiso mandar un mensaje a la afición. «Lo sentimos, a partir de mañana volveremos a hacerlo lo suficientemente bien, como ya hemos hecho en otras ocasiones, para volver a subir porque ellos se merecen estar en Primera».

Respecto a las críticas y la petición de dimisión por parte de un sector de la grada, señaló que «nunca llueve a gusto de todos y no tengo por qué tener contento a todo el mundo». Eso sí, puesto a repartir responsabilidades, él quiso cargar con la máxima. «Cuando ocurre una cosa así, el responsable es el presidente y a los demás hay que dejarles tranquilos».

El alcalde y la avalancha en Pamplona

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, volvió a convertirse ayer en protagonista tras asegurar ante los micrófonos de Canal + que había algunas personas que pensaban que la avalancha que había ocurrido en Pamplona fue «premeditada». Un comentario que le valió numerosas críticas en las redes sociales, toda vez que más de 50 personas fueron atendidas por el incidente.