Algo se muere en el alma de un Club cuando uno de los suyos, uno de los grandes, no sigue en su primera plantilla. Son noticias muy amargas, pero que los responsables entienden que tomar por el bien de la entidad. Este viernes le tocó el turno a Javier Baraja, formado en el Real Valladolid desde niño, que hizo la mili futbolística en el Getafe y el Málaga B, y que desde 2005 ha defendido la camiseta blanquivioleta dentro y fuera del campo, tomando el relevo en 2010 de Alberto Marcos como capitán del equipo.
El Club ha comunicado a Javi Baraja que no le ofrecerá la renovación de su contrato que expira este 30 de junio.
Desgranar los elogios que se merece Javi Baraja es un obligado ejercicio de agradecimiento. Aprendió de grandes profesionales como Torres Gómez, del que tomó el número, o de Alberto Marcos cuál era la labor de un capitán dentro y fuera del terreno de juego. Sus compañeros le respetaban por su templanza, simpatía, carácter dialogante y conciliador, y por la autoridad que se ganaba con cada palabra y cada hecho.
Ahora, otros compañeros tendrán que tomar su relevo de un grande. Y la vida sigue y el Pucela no para.
Para despedirse de la afición a través de los medios de comunicación, Javier Baraja ofrecerá una rueda de prensa en el Estadio José Zorrilla el próximo lunes, a partir de las 12 horas.
Javi Baraja y el Real Valladolid separan sus caminos y el uno al otro solo se pueden desear lo mejor de lo mejor. ¡Suerte capitán! Esta siempre será tu casa.
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