Al final del partido, el recién salido al campo, Manucho, recibió una tarjeta amarilla simplemente por separar a los futbolistas de ambos clubes que se encontraban inmersos en una tangana iniciada por Óscar y Hugo Mallo. El árbitro del partido Valladolid – Celta no estuvo muy fino a lo largo del partido, y terminó su mala actuación sacando una amarilla al único futbolista que intentó calmar los ánimos de la tangana que se formó en el tiempo de descuento. 

El Real Valladolid debería de recurrir dicha amarilla, puesto que lo que hizo el delantero fue todo lo contrario, intentó ir con el Fair Play por delante y terminó siendo víctima de un árbitro tarjetero que no se percató de la actitud pacífica del delantero angoleño.