No se considera ‘ave de paso’ aunque su objetivo es uno de los grandes. El colombiano dice que renunció al Estudiantes y al Boca argentinos por el Real Valladolid. «Puedo con la responsabilidad que he asumido». Las expectativas generadas por el defensa colombiano fichado por el Real Valladolid para la próxima temporada no le atenazan. Su objetivo es ‘explotar’ en Valladolid para pagar la confianza que han puesto en él y lograr un billete para el mundial de Brasil con su selección nacional. Pero no renuncia a nada.

–Su apodo y sus expectativas hacen pensar que puede ser un ave de paso por Valladolid.–Si después de una temporda tengo que irme porque he marcado la diferencia y he cumplido, porque le conviene al club, a mí y a mi familia, se podría utilizar esta expresión.–Su presentación fue un tanto impactante. Acompañado por dos agentes, plagado de tatuajes, procedente de Colombia… Reunía un buen número de tópicos para alimentar prejuicios.–Creo que soy todo lo contrario a lo que sugiere su descripción. Soy un hombre tranquilo y sencillo. Sé de dónde vengo, a dónde quiero ir y cuáles son mis objetivos. Y o diría que soy un tipo normal.–Claro que luego, sus invocaciones a Dios cuando empezó a responder a los periodistas hacen pensar que es un hombre muy religioso, una especie de beato.–Soy católico. ¿Practicante? ¿Qué significa? ¡Ah sí!, oro mucho, pido por mi familia y por la salud de los míos, pero no soy un santo. Me considero una persona de buen corazón y trato de sacar partido a las bendiciones que Dios me ha dado. Pero hago una vida normal. Trabajo duro pero salgo cuando puedo y me divierto.–Ya ha transcurrido más de una semana desde que llegó a Valladolid. ¿Tiene una idea clara del club y de su entorno?–Es impresionante. El Real Valladolid un gran club, tiene una gran organización, unos objetivos claros. Los compañeros me tratan muy bien, el entorno es bueno, ya dispongo de un piso en Parquesol. La aclimatación es perfecta.Poco antes de la entrevista, en unas declaraciones tras el entrenamiento de la mañana, Alcatraz había declarado que solo le faltaba la llegada de su familia, su esposa y su hijo, para ser «completamente feliz». La reunión familiar se producirá en agosto, cuando concluya la concentración veraniega que tendrá lugar entre el 21 y el 31 de julio en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar.«Me salté la etapa argentina»–Tiene grandes aspiraciones y, dicen, cualidades para ser ambicioso. ¿Fue el Real Valladolid la opción menos mala para llegar al fútbol europeo?–En Colombia, entre los futbolistas, se tiene la idea de que para llegar a Europa hay que pasar antes por Argentina. Yo tuve posibilidades para recalar en el Boca e incluso negociaron mi traspaso al Estudiantes. Pero la posibilidad de fichar por el Valladolid me permitió saltarme la etapa argentina. Yo aspiro a jugar alguna vez en uno de los grandes equipos europeos, pero para eso hay un proceso previo. Y el Real Valladolid es un gran equipo.–El mundo del fútbol tiene una vertiente económica que le convierte a usted en un valor que en algunos ámbitos mide el éxito por porcentajes. ¿Cree que está bien asesorado? ¿Confía en sus agentes?–Confío plenamente en ellos. Hablamos de Federico Arboleda y Lorenzo Falbo. Llevan mis asuntos profesionales, pero son amigos. Confío plenamente en ellos. Son los que me han traído hasta aquí. Admito que hay un parte importante de negocio, pero el nuestro es un trato muy cercano, muy humano. Se preocuparon por mi situación personal, me acompañaron y me apoyaron. Aparte del asesoramiento, tenemos una relación personal de amistad.El Grupo Arboleda y Falbo, agencia de jugadores con sede en Ginebra, negoció el traspaso con el Real Valladolid. El 9 de julio Federico Arboleda, de nacionalidad italiana, y Lorenzo Falbo, colombiano, responsables de la agencia, acompañaron al jugador a sala de prensa del estadio Zorrilla para su presentación. Fueron ellos quienes resumieron las condiciones del contrato en «un préstamo por un año, con opción de compra» por parte del Real Valladolid.Le faltan tatuajes–Los tatuajes son algo común entre los jugadores de fútbol, pero usted es caso un poco especial.–Es algo muy habitual. Pero en Colombia un elevado porcentaje de los jugadores de fútbol lleva tatuajes. A mí siempre me gustaron. Cuando todavía era un niño le dije a mi madre que quería tatuarme y ella me dijo que cuando fuera mayor y que me lo pagara yo. Grabar la piel es para mi muy doloroso pero me gustan mucho. En la actualidad tengo 17 por todo el cuerpo. El nombre y la fecha de mi padre y otros motivos. Pero aún me faltan tatuajes. Pienso hacerme más.–La aclimatación ha sido buena en el plano personal. ¿Cómo ha sido en el aspecto profesional, en la forma de juego?–He tenido algunos problemas al principio. El balón es más liviano aquí; el césped, húmedo, muy rápido. Al principio perdía el balón con facilidad, pero me estoy acostumbrando. De todas las formas, lo importante es la actitud. Si lo pierdo corro más para recuperarlo.–¿Tiene ya una opinión formada sobre los métodos que utiliza el entrenador?–Juan Ignacio Martínez me sorprende, pero me gusta mucho el sistema que utiliza. El otro día, por ejemplo, cuando propuso una competición de Orientación en Las Contiendas lo pasamos bien. Además del ejercicio físico hicimos un trabajo interesante de equipo, pusimos a prueba la colaboración. Y, además, mi equipo ganó. Me sentía bien. Y lo celebramos. En cuanto al juego, me gusta. Hace mucho trabajo en espacios reducidos. Me siento bien. Ytengo verdadera emoción por jugar. La noche antes del primer partidillo no podía dormir. Y ahora estoy pensando en el partido del sábado ante el equipo filial. Estoy ansioso por empezar a jugar.Link: http://xurl.es/9wo18