Está aún en proceso de integración, pero Humberto Osorio Botello (Valledupar, Colombia, 1988) trabaja sin descanso para alcanzar el tono físico que ya exhibe el resto del equipo. El delantero tiene ganas de demostrar su calidad en España y devolver así la confianza que ha mostrado el Real Valladolid al incorporarle al nuevo proyecto.
-¿Cómo transcurre su nueva vida en Valladolid?
-Bien, me voy adaptando al grupo, a la forma de jugar. Trato de coger la parte física, que es lo más importante ahorita porque estoy un poco atrasado con respecto al grupo. Poco a poco me voy adaptando.
-Qué duro es llegar con la pretemporada avanzada, procedente de otro país y tener que incorporarse a marchas forzadas.
-Sí, pero estoy en el límite de tiempo, así que debo poner todas las ganas, toda la actitud y fe en Dios que voy a estar bien lo más rápido. Debo adaptarme y hacer buena presentación, que es lo importante.
-¿Ha encontrado casa ya?
-Estoy aún en el hotel. Empezaré a buscar casa, para acomodarme mejor, tener acá a mi familia y estar tranquilo.
-¿Con qué jugador o jugadores mantiene mejor relación en estos primeros días?
-Con todos, la verdad. Hablo un poquito más con Manucho, pero los compañeros son muy buenas personas y me han acogido bien. Así que estoy contento por eso. Quiero dar lo mejor de mí por esta institución porque ha hecho un esfuerzo. Estoy agradecido a Dios por esta oportunidad.
-Va a compartir equipo con su compatriota Gilberto ‘Alcatraz’ García.
-Sí, ya le conocía. Jugamos juntos en Colombia, en el Atlético Bucaramanga. Es muy buena persona también. Esperaremos a que vuelva. Seremos como una pequeña familia. Lo más importante van a ser los resultados futbolísticos, que se darán con la ayuda de Dios. Quiero prepararme muy bien, como estamos haciendo. Va a empezar la Liga. Trataré de dar lo mejor en el momento en el que me necesiten.
-¿Cómo fueron los inicios futbolísticos en su Valledupar natal?
-Mi papá me ayudó mucho. Jugaba por el barrio y luego ya me metí a un equipo, el Loperena, que disputaba la liga a nivel local. Me convocó la selección Cesar [pre-juvenil]. Fui escalando. Llegué al América de Cali y debuté.
-¿Llamaba la atención desde pequeño?
-Sí, iba marcando la diferencia. Gracias a Dios todo se ha dado bien hasta ahora. Quiero seguir así y aportar mucho acá como delantero, hacer goles. Dios quiera que todo salga bien.
-¿Le apoyó su familia?
-Mi papá, Luis Osorio, también fue futbolista, pero a nivel amateur. También le convocaron para la selección Cesar, pero más adelante no pudo continuar en el fútbol debido a un accidente. Él me contaba que lo hacía muy bien y siempre me apoyó. Quería que un hijo suyo fuera profesional. Gracias a Dios se dieron las cosas.
-¿Tiene más hermanos?
-Sí tengo dos hermanas y otro hermano. Mi hermano Luis era muy talentoso, empezó en el fútbol, pero decidió no continuar y dedicarse a otra cosa. Mi padre siempre nos apoyó desde muy pequeños, nos hablaba mucho. Estoy contento por eso, por darle la alegría a mis padres. Espero darles muchas más. Tras venir acá a Europa, quiero hacer las cosas bien, causar una buena impresión. Creo que con mucha fe en Dios se va a lograr. Estoy muy tranquilo por esa parte porque voy a esforzarme para cumplir las expectativas que se han generado.
-¿Habla mucho con su familia estos días?
-Sí, sí. Tengo una hija de tres años. Mi esposa y ella están en Cali. Vendrán acá. Están tramitando el tema de la visa. Las espero para estar más cómodo y tranquilo. Serán un plus para hacer las cosas bien.
-Ha pasado por varios países además de Colombia: Perú, Venezuela, Argentina… ¿Ha visto muchas diferencias en las competiciones?
-El fútbol es fútbol. Al final tienes que adaptarte a la forma de juego en cada liga, a la velocidad del balón, la velocidad de tus compañeros… A medida que te adaptas, tu talento te lleva a que hagas las cosas bien. Gracias a Dios, todo ha ido bien por las ligas donde he pasado. Sé adaptarme lo más rápido posible. Por eso quiero hacer las cosas bien ahora en esta institución, donde han jugado muchos colombianos.
-¿Ha hablado con Harold Lozano, el excentrocampista colombiano del Real Valladolid que aún mantiene contacto con el director deportivo Alberto Marcos?
-Sí, estos últimos días. Me dice que le meta intensidad, que haga las cosas bien. Eso es motivante, un plus. Espero estar a la altura de las circunstancias y esforzarme al máximo.
-¿Siempre tuvo el sueño de jugar en Europa?
-Sí, sí, claro. El futbolista sudamericano siempre quiere dar ese salto. España es una excelente liga y el idioma ayuda. Aquí se juega muy bien al fútbol. Ahora debo sincronizar mis movimientos con los de mis compañeros, que me conozcan, que sepan cómo me muevo dentro del terreno de juego para facilitar así el trabajo en equipo, llegar con mucho peligro al área rival y marcar goles.
-¿Qué le han parecido los primeros entrenamientos a las órdenes de Juan Ignacio Martínez, su nuevo técnico?
-Trabajamos en espacios reducidos, con pelota, algo que se hace en todos lados. Pero acá hay mucho más movimiento, más técnica, más precisión. Hay que adaptarse lo más rápido posible. Es lo que quiero: sentirme bien dentro del terreno de juego y estar bien físicamente para poder responder.
-¿Ve el Real Valladolid como un trampolín para su progresión profesional?
-Mi idea es ir mejorando, está claro. He ido escalando hasta ahora. Si hago las cosas bien, me imagino que vendrán opciones. Pero primero hay que hacer las cosas bien acá. Y para eso debo estar bien físicamente, con mis compañeros, conocernos un poco más y ya vendrán los resultados. Dios quiera que sea así.
-Al igual que su compatriota Alcatraz, usted invoca constantemente a Dios. ¿Qué papel tiene la religión en su vida?
-Conozco a Dios desde hace mucho tiempo. Es mi forma de vivir. Soy una persona muy tranquila, que confía mucho en Dios como un ser que me ayuda a hacer las cosas. Es una forma de vida: estar tranquilo, en paz, hacer las cosas bien y querer a nuestro prójimo, a todas las personas por igual.
-¿Y en su tiempo libre qué hace?
-Estar con mi familia, dedicarle mucho tiempo a mi hija, Valeri Gabriela. Los fines de semana voy a la iglesia. Trato de compartirlo todo con mi familia, para que ellos estén contentos. Y ya después lo que venga y a pasarla bien. Quiero tener ya a mi familia acá para estar más tranquilo y dedicarme cien por cien a los entrenamientos
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