Tras el encuentro ante el Almería, Juan Ignacio Martínez
reflexionaba sobre los problemas en defensa que había
mostrado el Valladolid en los
dos primeros partidos de pretemporada: “Llevábamos dos
partidos recibiendo goles en
jugadas que no eran reales.
Nuestro objetivo era terminar con la portería a cero, y
por eso estoy contento”.

Tres goles en dos partidos
no habían disparado las alarmas, pero sí que arrojaban algo de incertidumbre en las filas blanquivioletas. Por eso,
el técnico alicantino se mostró satisfecho al finalizar el
tercero de los bolos veraniegos en la concentración: “Somos un equipo que tenemos
buen trato de balón, con un
buen fútbol asociativo, que
creamos ocasiones de gol, por
eso hay que incidir en ajustar
el sistema defensivo, porque
esto es Primera división. De
lo contrario, vamos a tener
problemas”.

Errores decisivos

Los fallos defensivos habían
lastrado hasta ahora el juego del conjunto vallisoletano.
Si bien, en cuanto a resultados, los errores no habían sido muy evidentes, sí que es
verdad que el buen toque de
balón se veía empañado por
ciertas acciones que habían
generado algo de inseguridad
defensiva. Pasó ante el Huracán Valencia, y se recrudeció
frente al Elche.

Dos partidos que ofrecieron ciertas lagunas defensivas, si bien tranquilizan al ser
más puntuales que coyunturales. De hecho, los dos goles
frente a los ilicitanos llegaron
en jugadas que se podían haber evitado. Un gol olímpico y un disparo desde fuera del
área de Cristian, precedido de
un error en la entrega del centrol del campo vallisoletano.

Todo lo contrario

Al no encajar goles ante el Almería, otro de los equipos con
los que el Real Valladolid se
tendrá que jugar la permanencia esta temporada, ha supuesto un suspiro de alivio después de lo vivido en los encuentros precedentes.

El conjunto blanquivioleta
estuvo siempre muy bien armado, sólo 24 horas después
de jugar frente al Elche. Se corrigieron errores y se ajustó
el balance defensivo para acabar el encuentro con la portería de Mariño y Jaime a cero.

Y es que, desde que llegó
Juan Ignacio Martínez al Valladolid, apuntalar el balance de la defensa del equipo es la prioridad para el técnico. Sabe que el equipo tiene mucho
fútbol y presencia ofensiva, pero no presenta la misma fiabilidad defensiva. De ahí que se
hayan estado corrigiendo movimientos en la presión, en situaciones de jugadas a balón
parado y en salida de balón,
durante el tiempo que el equipo lleva de pretemporada.
No obstante, todavía faltan
por acoplar jugadores. La llegada de Heinz al centro de la
zaga vallisoletana ha ayudado a reforzar la zona, aunque
todavía su continuidad sigue
en el aire. De hecho, el propio
Juan Ignacio Martínez, que reconoció sentirse satisfecho
con la aportación del central
suizo, no despejó dudas y
apuntó que todavía hay alguna otra operación para esta
posición que podría cristalizar en los próximos días. 
Fuente: MARCA