En octubre de 2001, Cuauhtémoc Blanco jugaba en el Valladolid y junto a sus compañeros participaba en la tradicional quiniela de la jornada. Antes de enfrentar al Real Madrid ya habían acertado a los anteriores resultados y habían apostado una derrota ante los merengues.

En la recta final del duelo, perdían 1-0, hasta que Cuauhtémoc anotó una falta para poner el empate final, tirando así la quiniela perfecta y el premio de 3 millones de euros. La actitud deportiva del mexicano es digna de aplaudir, y más cuando en las últimas fechas se ha descubierto una trama importantes de apuestas en el mundo del fútbol.