El mercado de verano dejó varios duelos directos entre Real Valladolid y Real Zaragoza por refuerzos de cara a la nueva temporada, y en todos ellos salió vencedor el club pucelano. Con mayor músculo económico y un proyecto atractivo, el conjunto dirigido en los despachos por Víctor Orta logró cerrar a tres futbolistas que también eran objetivos prioritarios del equipo maño: Guilherme Fernandes, Pablo Tomeo y Mathis Lachuer.
La primera pugna se produjo por el guardameta del Betis, Guilherme Fernandes. El Zaragoza presentó una propuesta seria, pero el cancerbero acabó decantándose por la cesión al Valladolid, que apostó fuerte por su incorporación.
El segundo capítulo de esta disputa llegó con Pablo Tomeo. El joven defensa, libre tras no renovar con el Mirandés, estaba en la lista de Txema Indias como refuerzo prioritario para el eje de la zaga, pero el Real Valladolid aceleró los contactos y consiguió adelantarse, sumando así un central de gran proyección.
El “culebrón” del verano tuvo como protagonista a Mathis Lachuer. El mediocentro francés interesaba a ambos equipos, aunque desde Zorrilla siempre existió la convicción de que, en caso de recalar en LaLiga Hypermotion, lo haría vestido de blanquivioleta. El Zaragoza lo intentó, pero ante las dificultades de la operación mantuvo abiertas otras alternativas.
El destino ha querido que pucelanos y maños se enfrenten este fin de semana, apenas días después de haberse cerrado los fichajes. Todo apunta a que Guilherme Fernandes y Pablo Tomeo partirán como titulares en el Real Valladolid, mientras que Lachuer esperará su oportunidad desde el banquillo.
