«Tenemos un sabor agridulce porque está claro que en Fuenlabrada queríamos ganar, generamos las ocasiones para llevarnos el partido, un partido duro en el que el rival nos lo puso difícil. Pero nos quedamos con que llevamos siete partidos invictos, estamos en el camino de seguir trabajando para mantenernos en la parte de arriba, y estamos súper ilusionados» trasladó Anuar este martes en sala de prensa, donde reiteró que «Valladolid ha sido siempre mi primera opción, siempre ha sido mi casa, y es un reto volver a poner al equipo en Primera». 

El centrocampista, quien fue cuestionado por el mercado invernal y dijo que «cuando empieza el mercado llegan ofertas, equipos en los que puedes tener más participación que la que estaba teniendo, uno lo valora, pero pasan los días y me siento valorado aquí con el cariño del entrenador, el respeto y el cariño de los compañeros, y la tremenda ilusión de volver a conseguir el ascenso con el Real Valladolid me ha hecho decantarme».

Sobre el empate de esta pasada jornada comentó que «el Fuenlabrada pelea por no bajar y fue muy rocoso, un partido de mucha brega» y explicó que «el otro día no riegan el campo ni antes ni durante, el campo seco, en malas condiciones, proponen un juego duro, con balones largos, y hay que adaptarse, aunque no es excusa, es un partido once contra once y tenemos que salir a por todas con las condiciones que haya, sacar los tres puntos con el objetivo de estar arriba sin profundizar en estas cosas».

Con el foco puesto en el Girona, un rival que va a plantear «un partido muy difícil, viene de victoria abultada, equipo que propone y te hace sufrir con balón», recordó Anuar que «llevamos ocho partidos seguidos ganando en casa, somos muy fiables, sometemos al rival y estamos muy bien, tenemos nuestras armas».

Por último, en el aspecto personal, reconoció que volver a la titularidad generó «esos nervios para querer demostrar y hacerlo bien, y ayudar al equipo» y mostró su confianza en el entrenador: «Me considero polivalente, por condiciones puedo ayudar en distintas posiciones, el míster decide y en mí solo está trabajar al cien por cien y en los minutos que me ofrece dejarme todo en el terreno de juego».