El Real Valladolid tenía ante sí un reto muy importante. Afrontaba tres partidos en tan solo tres días y dos de ellos eran lejos de Zorrilla ante rivales llamados a pelear por los puestos nobles de la tabla. Los de Pacheta cerraron la semana con siete de nueve y con muy buenas sensaciones, que sirven para aderezar una racha de seis encuentros sin perder.

El primer duelo llegó en Butarque y los goles de Sergio León y Shon Weissman (0-2) sirvieron para coger confianza y demostrar la eficacia de los blanquivioleta. Es curioso que precisamente adolecieran de puntería en su versión más avasalladora, ante el UD Ibiza en un partido que se saldó con un pírrico empate (1-1) de nuevo con gol de Weissman. El último choque de la frenética semana se celebró en El Molinón y el Pucela dio un golpe de autoridad ante un Sporting que contaba con victorias todas sus actuaciones en casa. Aguado y Gonzalo Plata desnivelaron la balanza (1-2) ante el Real Sporting.

El equipo blanquivioleta piensa ya en el próximo reto, el que le medirá al SD Eibar este domingo (18.15 horas) a orillas del Pisuerga y del Esgueva. Un duelo entre dos equipos que la pasada campaña estaban en la máxima categoría del fútbol nacional, un duelo que tiene muchos alicientes y que el Pucela afrontará con la intención de encontrar la victoria que se le resiste ante sus aficionados, los mismos que han disfrutado de lo lindo con las victorias a domicilio cosechadas en Leganés y Gijón en apenas seis días.