Motín, «Revuelta o agitación con la que un grupo más o menos numeroso de personas quiere mostrar su oposición contra una autoridad, utilizando para ello la protesta o la desobediencia«. Esta definición es lo que estamos viendo en las últimas semanas con las informaciones que están apareciendo con los futbolistas del Real Valladolid, en las que nos señalan que muchos de ellos quieren dejar el club pese a ser los principales culpables del descenso del equipo.

En las últimas fechas se ha escuchado que jugadores como Roberto, Olaza, Janko, El Yamiq, Óscar Plano, Orellana, Roque Mesa, Weissman o Marcos André tienen pensado abandonar el club en este mercado de fichajes a lo largo del verano, utilizando a sus agentes como escudo para poder jugar en categorías inferiores pese a que esta temporada ya lo hiciesen y terminaran bajando a Segunda. Sus representantes tienen pensado presionar al club para que les dejen salir por precios bastante inferiores a los de sus cláusulas, e incluso seguro que veremos a alguno en rebeldía por no aceptar algunas ofertas.

La dirección deportiva del Real Valladolid tiene un serio problema con este «motín», ya que pese a que su postura sea la de ser fuertes y duros, es complicado lidiar con 9-10 futbolistas que quieren dejar el club. La imposibilidad de dejar a los diez en la grada hace que la postura tenga que ser de entendimiento, porque no puedes tener a jugadores enfadados que no rindan y que ocupen una ficha y un salario que entre dentro del límite salarial. La solución no será sencilla, Fran Sánchez tiene mucho trabajo, y parte de las aspiraciones del Real Valladolid dependerán del nuevo director deportivo.