El Real Valladolid blinda al talento de la casa para dar protagonismo a la cantera con la ampliación de las vinculaciones de los juveniles Iker, Maroto, Castri y Aceves. Los tres primeros defenderán la blanquivioleta hasta 2024, mientras que el último lo hará hasta 2023.

Iker Pérez, que afronta su último año de juvenil, llegó a la entidad siendo alevín de primer año procedente de la UD Sur. El lateral derecho, nacido en 2002 y habitual en los entrenamientos del Promesas, ya debutó la temporada pasada en Segunda B a las órdenes de Javier Baraja.

Mario Maroto (2003) todavía es juvenil de segundo año, aunque también es uno de los habituales en las sesiones dirigidas por el técnico del filial. El centrocampista arribó a los Anexos desde el Villa de Simancas justo al pasar a categoría infantil y ha ido creciendo curso a curso.

Por su parte, Guillermo Castrillejo ‘Castri’ (2002), quien puede actuar en banda o en la punta del ataque, llegó al Real Valladolid procedente del Club Internacional de la Amistad, de Palencia, siendo cadete de primer año. Igual que Iker, el palentino se estrenó con el Promesas la campaña pasada y actualmente sigue sumando experiencias en Segunda B, además de en la División de Honor Juvenil.

Mientras, Álvaro Aceves nació en 2003 y dio sus primeros pasos como blanquivioleta siendo benjamín, formando parte de la selección que disputó la Íscar Cup. Un curso después, procediendo del CD Parquesol, el portero pasó a ser parte de la estructura del Real Valladolid en su primer año de alevín.