Artículo escrito por Víctor Fernández

(@VictorPucela73)

Llegó en el pasado mercado de invierno con la responsabilidad de hacer goles a un equipo que los necesitaba imperiosamente.

Llegó al Getafe con la vitola de ser uno de los máximos goleadores de segunda pero la tremenda competencia en el equipo azulón le hizo decantarse por el Pucela a mitad de temporada buscando sentirse importante. No tuvo mucha suerte de cara a gol, en sus 17 partidos como blanquivioleta anotó tres tantos entre ellos, eso sí, el decisivo para lograr la permanencia. Al margen del acierto de cara a puerta, lo que sí dejó claro es que es un jugador con una gran clase. Pocas horas después de aterrizar en Pucela ya era titular (cierto es que las circunstancias lo favorecieron), pero no solo eso. Cambió radicalmente la cara del equipo y su forma de jugar, su movilidad y capacidad de generar ocasiones dio una vuelta al juego de los de Sergio y, aunque los goles seguían escaseando, la pinta ya era otra.

Ahora Guardiola se encuentra ante un gran reto y su gran oportunidad para dar el salto definitivo en su carrera. Con 28 años debe ser la referencia ofensiva del Real Valladolid y cualidades tiene para ello. Movilidad, gran capacidad para el desmarque, buen disparo, instinto asesino y mucha, mucha pelea. Si a estos ingredientes los aliñamos una pizca de buena suerte, estoy seguro de que Guardiola será el killer que necesitamos e incluso puede que uno de los delanteros del año en la liga. Si apostamos por él estoy seguro de que no nos equivocaremos.