Tras dos temporadas de infarto y valorando una vez terminada la segunda, podemos señalar a una persona como el gran artífice del éxito del Real Valladolid en estas dos campañas. Esta persona no es otra que el director deportivo Miguel Ángel Gómez.

Llegó sin hacer ruido pero queriendo cambiar muchas cosas y malos vicios que se daban en el Pucela desde hacía mucho tiempo. Tanto en la primera temporada como en la segunda, con escaso presupuesto para lograr los objetivos, pero siempre hablando de ellos al considerar al Real Valladolid como un club histórico. Nunca cerró la puerta al ascenso ni a la permanencia, incluso en los momentos más duros supo actuar,  el año pasado cesando a Luis César en el momento adecuado y contratando a Sergio y este año manteniendo en el cargo al entrenador cuando las cosas pintaban feas.

En ambas temporadas ha elaborado una plantilla sencilla pero con las ideas muy claras pese a no tener grandes presupuestos, incluso siendo el de esta temporada el más bajo de toda Primera. Su experiencia en el mundo del fútbol le ha hecho ser un gran gestor de grupos y sabemos de buena tinta que todos los jugadores que llegan a Pucela cuentan con un montón de informes, elaborados en función de la personalidad del jugador, es condición indispensable que quién llegue haga equipo desde el primer día, y esa ha sido su fuerza pese a las dificultades económicas del equipo.

Ahora es Ronaldo quién tiene que determinar si quiere seguir con esta “era de éxito” del Real Valladolid renovando a Miguel Ángel Gómez con un salario acorde al de uno de los mejores directores técnicos del momento en España, o por lo contrario perder al gran artífice del éxito pucelano de las últimas dos campañas.