En Córdoba la noticia principal de las últimas semanas está siendo la forma de pago que ha tenido el Real Valladolid en los fichajes de Guardiola y de Aguado. El conjunto andaluz lleva 2 meses sin pagar nóminas y está intentando ingresar por adelantado el dinero de los pagarés pertenecientes a los traspasos de Sergi Guardiola y de Álvaro Aguado al Real Valladolid.

La cuantía de estos pagarés es de 4,4 millones de euros, cantidad que negocian con bancos y con fondos de inversión de Luxemburgo para contar con ese dinero por adelantado antes de que el Real Valladolid ejecute esos pagarés en la fecha estipulada.

Para el Real Valladolid, optar por un pagaré como medio de pago ha sido una buena opción, ya que en enero no disponía de efectivo suficiente a la hora de lo que habría sido una obligación a la abonar los traspasos a través de otro mecanismo de pago, y de esta manera se le ha concedido esta especie de “aplazamiento” que le da la oportunidad de reunir el dinero en el plazo que se fije o fraccionarlo en varias entregas. El problema de este medio de pago está siendo la falta de liquidez del Córdoba para pagar nóminas. Esta forma de pago fue aceptada por ambos clubes en el mes de enero, y por lo tanto el Córdoba sabía que a estas fechas aún no habría cobrado los traspasos.

Si el equipo franjiverde consigue cobrar el pagarés a través de algún banco, tendrá el problema de los intereses que genere, sino lo consigue, sus jugadores al tercer mes sin cobrar podrían abandonar el Córdoba libremente como sucedio en diciembre con el Reus. Mientras tanto el Pucela ha ganado tiempo para pagar el traspaso de ambos jugadores.