El portero del Real Valladolid Jordi Masip tuvo que cambiarse de vestimenta en el descanso del partido entre el Sevilla y el Real Valladolid, porque según el árbitro se parecía a la de sus compañeros de campo y podía confundirle. Saltó vestido de morada y acabó de naranja en el Sánchez Pizjuán.