El Sábado nos enfrentamos al Celta de Vigo, pero bueno vamos a decirlo claro: jugamos contra el Celta, el árbitro y el VAR . Si…. Eso que nos iba a traer justicia al fútbol, tratar a todos por igual y que por fin fuesen los arbitrajes justos. Pues hasta lo visto en Pucela, no… 

El sábado esa nueva tecnología que iba a impartir justicia nos robó de la misma manera que robaban los árbitros en otros tiempos, por ahora no ha cambiado nada para el Real Valladolid.

1° Da un gol legal en la que el jugador del Celta se apoya con la mano para colocarse el balón, fue muy claro, pero después de revisar la imagen incomprensiblemente el gol subió al marcador. ¿Justo? No… Para nada.

2° Hay un agarrón claro a un jugador del Real Valladolid (Kiko Olivas) en el área Celtiña, el penalti es de libro, de esos que enseñan en las escuelas de árbitros para demostrar lo que es una pena maxima. ¿Justo?…No… (de nuevo). 

Sin mencionar el VAR, podríamos hablar también directamente del árbitro, que perdonó la segunda amarilla a Juncá en la segunda parte. Es evidente que de haber sancionado al futbolista, seguro que el partido también habría sido diferente y más cuando el Real Valladolid estaba atacando incansablemente en esos momentos. 

Estos son los ejemplos más claros de los fallos del VAR del partido de ayer, pero a pesar de todo y todas las adversidades empatamos a tres con un gran partido de todo el equipo, salvo los primeros minutos en los que salimos despistados. Pero a pesar de ello el equipo se sobrepuso y supo remontar un 2-0.

Todo ello pese a los “elementos” externos que debían “impartir justicia “ y que se olvidaron del Real Valladolid. Esperamos que todo esto sólo sea un mal día y en los próximos encuentros si que sean justos con TODOS. 

SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.