El partido contra el Osasuna se empezó a gestar en La Romareda, al final del partido contra el Zaragoza, los jugadores se conjuraron y decidieron ser piña para «meter el primer Gol al Osasuna”.

El segundo lo “metió” el Club con la promoción de entradas para llenar el estadio (personalmente no me gusta mucho este tipo de actuaciones, pero reconozco que funcionó porque el estadio se llenó). La afición respondió y el miércoles pasado ya se colgó el cartel de no hay billetes. En la ciudad se vivía el preludio de algo grande, y así fue.

La semana se hizo larga por la tensión de vivir un partido que todo hacía indicar que iba a hacer historia. Llegó el sábado y la Fan Zone empezó a calentar motores y gargantas. Se anunció la llegada del autocar y la afición se arremolinó y se volcó para recibir a sus guerreros. Según algunas versiones se habla de hasta 5000 personas recibiendo gritando y animando a los suyos.

El partido no defraudó, desde el minuto uno la comunión entre equipo y afición se hizo notar. El Estadio estaba a reventar y los jugadores desde el principio se volcaron a por el partido. El mejor encuentro del Valladolid en mucho tiempo que Michel y Borja firmaron de 10. Toni Villa tuvo una jugada que no logró rematar con un gol por muy poco, Oscar Plano tuvo otro par de ocasiones que no quisieron entrar entre los tres palos….. El partido fue de los más vibrantes e intensos que se han vivido en los últimos tiempos en el José Zorrilla.

Pero los que si que materializaron en gol fueron Hervias de falta directa y Mata de penalti. Y ahí se desató la locura en la afición blanquivioleta. Mención especial quiero adjudicar al Fondo Norte, incansables durante los 90 minutos, empujando al resto del estadio, y además el resto de aficionados respondían a cada indicación que desde allí llegaban. Mi mas profundo respeto por los integrantes de esta grada.

El jueves viviremos otro partido intenso y vibrante de esos que queremos vivir, nos jugamos mucho, y nos lo jugamos todos: Equipo, afición, club y cuerpo técnico. A estos últimos quiero darles mi reconocimiento, Sergio González y Diego Rivera han dado la vuelta al equipo como si fuera un calcetín y esto se agradece, puesto que antes de su llegada nadie daba un duro por estar donde estamos. Gracias por todo, por devolver la ilusión a una afición que se encontraba muy desmotivada últimamente con los resultados de las últimas campañas. PERO COMO NO ME CANSO DE DECIR: SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.