A principios de Liga hicimos la comparación entre Paco Herrera y Luis César Sampedro, en aquella ocasión terminamos diciendo que el tiempo y los resultados diría quien iba a ser el mejor de los dos, hoy hacemos otra comparación con el actual entrenador del Real Valladolid, Sergio González. 

Después de tres partidos hemos podido ver diferencias entre los dos entrenadores que han dirigido este año al Real Valladolid. Así a simple vista lo esencial es la intensidad con la que Sergio está haciendo trabajar a los jugadores, Sampedro también tuvo esa fase de intensidad, pero poco a poco fue perdiéndose en los entrenamientos.

Volviendo a Sergio, en estos partidos hemos visto un equipo más “natural” para encarar los partidos, un mediocentro defensivo y otro creador, siendo la principal novedad que ha incorporado el actual entrenador, también la entrada de Toni Villa ha sido otra agradable sorpresa en el once titular, el canterano no está defraudando ya que se está vaciando y se está esforzando en cada uno de los minutos que está sobre el verde.

Sampedro dio tumbos con un equipo y con otro, cada semana nos asombraba con su alineación y no era muy amigo de repetir los onces de un partido a otro. Tampoco nadie entendía los cambios que realizaba en los encuentros y al final lo terminó pagando. Quiero dejar claro que no estoy criticando, sólo apunto lo que se recogía en las gradas partido a partido.

Sergio González tiene la difícil tarea de meter al equipo en los playoff, si este mismo entrenador hubiese llegado con mas tiempo quizás estaríamos en otra situación. Se que lo que voy a decir ahora puede sonar a “locura” pero lo pienso de verdad: Sergio me recuerda en muchas cosas a un entrenador que nos hizo soñar y ascender, Miroslav Djukic.

El orden en defensa y las transiciones sin complicaciones, el pase fácil, no regalar el balón y sobre todo que el delantero centro sea el primero de los defensas, en el caso del balcánico era Javi Guerra y hoy está siendo Jaime Mata. La verdad es que si tuviera más tiempo podríamos ver todo su potencial en Segunda, yo particularmente creo que es misión imposible, pero la verdad es que deseo estar equivocado .

Y a pesar de todo creo en las matemáticas y mientras digan que tenemos posibilidades, yo seguiré empujando y creyendo. Porqué como no me cansaré de decirlo: SI FUERA FÁCIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.