¿En qué situación quedamos los aficionados después de semejante partido que nos ha dado el equipo y el cuerpo técnico del Real Valladolid en Tarragona, limando nuestro centro de esperanzas e ilusiones?

Para mi es la gran pregunta que hay que contestar, el equipo esta temporada ha sido un tobogán de resultados y de juego, siendo esto último peor. Un equipo sin un patrón de juego, sin un sistema con el que nos hayamos podido identificar, y tampoco sin una alineación que podamos recitar de memoria.

No tenemos nada de esto desde…… ¿Djukic? ¿Rubí?… sea cómo sea… desde hace demasiado tiempo.

Pero todo esto sería una mera anécdota si los resultados hubieran sido satisfactorios, pero salvo en Zorrilla (donde salvamos los encuentros) que somos más fuertes, no somos un equipo regular, nada regular. Yo diría que incluso muy flojos, no podemos pretender ascender si no aprovechamos las ocasiones que se nos presentan, así es muy difícil.

Tendrá que terminar esta temporada para terminar de sacar conclusiones y depurar responsabilidades, hasta ese momento los aficionados deberíamos  seguir apoyando, aunque cada vez sea más y más difícil. Los responsables del club tienen que entender que si el domingo se les pita y se les abuchea es por culpa de la frustración y rabia que tenemos por habernos vendido un proyecto que tampoco va a llegar a buen puerto.

Ya son demasiados los proyectos que solo duran una temporada, e incluso menos, recordemos la temporada de Garitano, Portugal y Alberto, que fue un auténtico carrusel que casi nos lleva a Segunda B.

Lo peor es que la decepción se va acumulando en la afición blanquivioleta temporada tras temporada, y no se ve una solución a estos problemas con unas garantías para volver a ilusionarse y poder renovar el abono año tras año. Y para colmar este vaso, el domingo nos visita el líder, el Sporting de Gijón y con el ambiente que circula por la ciudad, igual Zorrilla parece más El Molinon que nuestro propio estadio.

Del partido qué voy a decir que no hayáis visto, más de lo mismo y vuelta a los errores de todos los partidos. Lo que nadie puede entender es como el entrenador semana tras semana se empecina con los mismos errores e incluso con las posiciones de los jugadores, como pudimos ver con Ontiveros, jugador que demuestra que su posición es por la izquierda y el entrenador lo condena una y otra vez por la derecha. También hay jugadores que claramente se ve que no están bien y siguen jugando.

Se baraja la posibilidad de un cambio en el banquillo, pues bienvenido sea, aunque creo que es tarde, tarde porque el entrenador lleva en entredicho desde el partido del Albacete y en la cuerda floja desde el partido del Córdoba, y así no hay nadie que se pueda concentrar en lo que hace, ni tener ilusión, por eso digo que es tarde. Pero lo que es indiscutible es que quedan 24 puntos en juego y que con unos 17 ó 18 estaríamos en la pomada, pero con este entrenador y con la actitud de los muchos de los jugadores parece imposible llegar a esa cifra.

Y ahora y para terminar quisiera pedir desde aquí que el Domingo a las 16:00 horas seamos capaces de olvidar esta semana aciaga y nos arremanguemos para apoyar incondicionalmente al equipo para que Zorrilla no sea o parezca el Molinon. Esto es Zorrilla y aquí no se puede sentir cómodo ningún rival (siempre hablando de forma deportiva y sin violencia). Porque como digo y como repetiré por muy difícil que lo pongan: SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.