El partido contra el Reus tuvo dos caras como el Real Valladolid de este año, una cara y otra cruz.

La cara fue esa primera parte donde vimos a ese Valladolid que todos queremos ver, dominador con el balón y creando ocasiones. De ahí el gol del hombre que nos mantiene con opciones de cumplir el objetivo marcado, Jaime Mata. Gracias a él todavía tenemos alguna opción para engancharnos al tren del play off.

El Goleador de la Segunda División no sólo mete goles, sino que también trabaja sin descanso el tiempo que está en el campo, concentrado y apoyando a sus compañeros donde se le necesite, (es como dijo Djukic de Javi Guerra en su momento), el primer defensa del equipo, la diferencia entre aquel equipo y el de ahora es el equilibrio entre líneas, el de Djukic mantenía esa consistencia entre líneas y el de Luis César no. Aunque la verdad sea dicha, en estos últimos partidos el equipo está algo mas equilibrado.

La cruz fue la segunda parte, como ya comenté en otra ocasión, este equipo parece que solo sabe jugar al fútbol 45 minutos y el sábado vimos una prueba más de esa teoría, entre eso y los cambios que efectuó el entrenador (que sólo El entiende…). Yo todavía le estoy dando vueltas de porque retiró a Michel que estaba siendo el que daba sentido al juego del equipo (en rueda de prensa la explicación tampoco me termina de convencer).

Para dar equilibrio al equipo tengo una teoría, es mejor retirar a uno de los dos mediocentros y dejas a Michel reorganizando el equipo en el centro, que es quien le está dando sentido al juego del equipo. La segunda mitad solo fue un monólogo del Reus, sin mucha efectividad pero un monólogo, y los aficionados ya se cansan de que en nuestro fortín nos dominen de esa manera.

El Domingo a las 12:00 visitamos al Nástic, un equipo mucho más irregular que nosotros, nos juntamos el hambre con las ganas de comer, ellos son irregulares en casa y nosotros somos irregulares fuera. Veremos como termina ese cóctel, espero de verdad que por fin ganemos un partido a domicilio dando un golpe de autoridad encima de la mesa.

De todas formas y como digo muchas veces, esto son sólo opiniones de un pobre aficionado y sufridor del equipo de su corazón y como digo y repito últimamente: «SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA».