Esa es la pregunta que ayer se hacían muchos aficionados que salían del estadio José Zorrilla, como reflejó muy bien el periodista Arturo Alvarado en uno de sus tuits. 

Y es que lo de ayer no se le puede calificar como victoria, sino como la suma de tres puntos más en el casillero. Es la primera vez que remontamos un partido en toda la temporada y en el ambiente se pudo notar la sensación de derrota, ya que la primera parte vista ayer en Zorrilla fue simplemente lamentable, tal es así  que incluso el entrenador reconoció en rueda de prensa que el planteamiento no fue el más acertado.

Eso ya es un triunfo porque este entrenador no es mucho de reconocer errores y menos en sala de prensa. Esto no es una crítica, es simplemente un hecho por mucho que le duela. Sabéis que no soy de críticas ni de intentar hacer de analista, pero lo que sí que tengo son ojos y también muchos años viendo fútbol, y más viendo al Pucela, y hace mucho que no veía una primera parte tan lamentable como la de ayer, un equipo sin alma, sin identidad, sin motivación.

En fin, veamos lo positivo, el entrenador fue capaz de rectificar a tiempo y el equipo en la segunda parte se rehízo y entonces fue otro, los cambios de Luis Cesar Sampedro fueron efectivos y los jugadores salieron a por el partido y entre Óscar Plano y Mata lograron dejar los tres puntos en el casillero local, que a fin de cuentas es lo que cuenta. Y es que cuando Michel, Oscar Plano, Ontiveros y Mata conectaron,  las cosas fueron mucho más fluidas y eso se reflejó al final en el marcador. Yo no comparto uno de los cambios, el de Anuar, hubiera quitado a Borja, y no por nada, si no porque ayer Borja no tuvo su mejor día en cambio Anuar fue el único que en la primera parte que miró hacia adelante y dio pases hacia los delanteros, pero esto es una opinión personal.

Esto ya es pasado, ahora toca centrarse en un viejo conocido del entrenador, el Lugo, un campo donde la temporada pasada no hicimos el mejor partido y para mas inri nunca hemos ganado. Esperemos romper la racha y las estadísticas, porque éstas están para romperlas. Aunque la verdad los números fuera de casa no incitan a ilusionar a nadie.

Cierro el artículo con mi frase. SI FUERA FACIL NO SERÍAMOS DEL PUCELA.