El periódico El Mundo informa que aunque Al-Mousa no esté convocado para los partidos, siempre baja al vestuario para desear suerte a los compañeros.

No desentona por su gran capacidad física. Vive solo en un apartahotel y siempre le acompaña el traductor, que incluso asiste a las charlas técnicas del vestuario del grupo de Pucela.

El jugador eatá encantado en Valladolid y su principal handicap es el idioma, ya que por todo lo demás ya empieza a adaptarse a la vida española.