El viernes pasado nos visitó uno de los equipos que tienen todos los boletos para conseguir el objetivo del ascenso directo a primera división, el Huesca. Un Huesca que de la mano de un viejo conocido de Zorrilla, Rubí, camina de forma segura hacia su objetivo.

En los otros dos encuentros que disputamos contra ellos hubo de todo, uno terminó con victoria y el otro lo perdimos, por eso y por la trayectoria errática del equipo blanquivioleta había muchas dudas sobre este encuentro.

Una muy buena parte de la afición (entre los que me incluyo), daba el partido por perdido, y no por falta de fe o de ilusión, sino por esas dos caras que en cada partido nos muestran los de Sampedro

¿Quién nos tocaría hoy. El Doctor Jeklin o Mister Hayde? En Fin por esto parte de esta afición acudimos fieles a la cita en Zorrilla. El partido empezó vibrante, y con los nuestros enchufados y dominando a un líder que se encontraba descolocado y fuera del partido. Fruto de todo esto llega una internada por la derecha de Antoñito y con un pase preciso a Mata, este hace lo que mejor sabe hacer, alojar el balón dentro de las mallas y subiendo el primer gol al marcador. El Huesca subió la presión y fruto de ello le quitó el dominio al Valladolid, ellos se asentaron y empezaron a acercarse al área blanquivioleta, pero en la primera parte el equipo se hizo fuerte, no flaqueó y volvió a tomar las riendas del partido y fruto de ello y de un magnífico pase de Kiko Olivas Mata volvió a rematar y alojar el balón dentro de las mallas oscenses, dejando el 2-0 en el marcador antes del descanso y con un jugador menos del Huesca por expulsión justa. Nos las prometíamos muy felices, nadie quería pensar en viejos fantasmas.

Pero como no, volvieron a aparecer, ya en los primeros momentos de la segunda parte se mascaba la tragedia y nadie se explica porque el equipo dio dos pasos hacia atrás y el Huesca campaba a sus anchas por Zorrilla incluso con un jugador menos, pareciendo nosotros quienes teníamos dicha inferioridad numérica. El temor de la grada se trasladó al césped y el Huesca nos empató a dos. Un rebote y un penalti metieron el miedo en el cuerpo a la afición Vallisoletana.

Pero aquí es donde cambiaron de nuevo las cosas. Los cambios de Luis César nos pueden parecer bien o mal, pero lo que sí es verdad es que dieron otro aire y devolvieron el empuje que habían perdido. La afición volvió a engancharse y empujó con lo que quedaba de aliento, y fruto de eso y casi en los últimos instantes del encuentro Óscar Plano puso por fin el 3-2 en el marcador, poco más tarde el árbitro pitó el final y pudimos disfrutar del triunfo.

No quiero que se me pase una cosa: Mi mas sincera admiración a la grada animación, que cuando todos protestamos por el juego, ellos cantaban y animaban cada vez mas alto y más fuerte. Esta semana que tanto se ha hablado de la dichosa pancarta creo que es el momento de romper una lanza a favor de ese trabajo y ese no parar de animar en todo momento.

Pero así es nuestro PUCELA. Es capaz de jugar una primera parte de lujo y de ensueño, y hacernos disfrutar como niños y cuando parece que esta todo resuelto, va y nos mete el corazón en un puño, haciéndonos sufrir hasta el minuto final……. Pero esto es el equipo de nuestros sueños capaz de todo. Y si fuera fácil no seríamos del Pucela, porque ser de los que siempre ganan no tiene mucho mérito…Por esto y por mucho más NOSOTROS SOMOS DEL PUCELA.