Hemos estrenado año, pero el Real Valladolid sigue con sus viejas manías del año pasado.

El partido contra el Osasuna debería de haber sido el de la confirmación de la recuperación mostrada en los dos últimos partidos de Liga, pero no, volvimos a las andadas ya que el equipo encajó su primer gol en el minuto 5 del primer tiempo, y vuelta a empezar. Algo que parecía erradicado y superado lo teníamos de nuevo encima.

No contentos con eso, otra cosa que en los últimos partidos había cambiado es que Borja dejaba de incrustarse entre los centrales y jugaba mas adelantado, cosa que nos había ayudado en las últimas dos victorias, pero en Pamplona volvió a jugar atrás y eso se notó en el campo y en el resultado.

Con esto no quiero decir que Borja sea el culpable, pero esa circunstancia no ayudó al juego del equipo y se unió a la “catástrofe” típica de este Valladolid que parece inmerso en una espiral autodestructiva del que nadie puede sacarlo.

Una máxima es que lo que funciona no se cambia. Menos en el Valladolid, aquí lo que nos dio las últimas dos victorias lo cambiamos y volvemos a las andadas, el equipo se vuelve de chiste y no funciona y atrás parecen una “banda” ,los centrales se olvidan de las marcas, los laterales o hacen entradas inverosímiles o dejan su banda para que los contrarios ataquen a sus anchas.

De nada nos sirve tener al Pichichi de segunda. Cosa que en cualquier otro equipo sería bienvenido, mientras que aquí parece una cosa sin importancia. El pobre Mata se esfuerza en cada partido y marca, incluso como ayer que marcó dos goles que nos hicieron remontar el encuentro. Pero ya es costumbre el no rentabilizar las ventajas que nos suelen dar los goles de Mata.

Luego está el hecho de las declaraciones tanto del entrenador como de algunos jugadores. El entrenador parece que no ve el mismo partido que vemos los demás. Para él no parece que la sangría de goles sea tan importante como nos parece a los demás, ser el segundo equipo mas goleado de la categoría no parece quitarle el sueño.

Algunos jugadores tampoco parecen estar muy preocupados por el hecho de llevar una vuelta completa y seguir en el mismo bucle y se conforman con el puesto que ocupamos en la tabla clasificatoria .

Hay que decir algo alto y claro: Somos el Real Valladolid y siempre tenemos la obligación de estar arriba y pelear por el ascenso en cada temporada y en cada partido y lo demás ni nos vale ni lo aceptamos.

Es tiempo de fichajes y por lo tanto de rectificar, porque dicen que rectificar es de sabios. Pues yo hago un llamamiento a los “sabios” del Valladolid para poder rectificar y reconducir la situación. Fíjate que ya no pido ascender en esta temporada, simplemente no pasar apuros para no vernos con la soga del descenso en las últimas jornadas.

El próximo fin de semana visitamos al Barsa B. Un hueso duro de roer en horas bajas. ¿Seremos capaces de ganar o como de costumbre resucitaremos a otro rival? La respuesta el Sábado sobre las 18:00 horas. Nosotros esperamos que de una vez por todas sea la primera opción.