En enero de 2017, el Real Valladolid decidió ceder al centrocampista andaluz Luismi al Nástic de Tarragona debido a la falta de minutos que estaba teniendo con Paco Herrera. En seis meses en tierras catalanas se ganó el cariño y el respeto tanto de la afición como de la directiva tarraconense debido a sus grandes actuaciones.
Hasta tal punto que la dirección deportiva del Nástic, una vez que terminó su cesión le puso en su lista de fichajes prioritarios para la temporada 2017/2018. En junio, el Real Valladolid y el Nástic acordaron su salida a modo de traspaso con el beneplácito del mismo Luismi, pero el contratiempo de la salida de André Leao paralizó su salida que ya estaba apalabrada.
Pese a todo esto, el Nástic siguió conversando con el Real Valladolid sobre el tema, y la dirección deportiva del Pucela encabezada por Miguel Ángel Gómez dejó en manos del nuevo entrenador Luis César Sampedro el futuro del centrocampista. Tras una magnífica pretemporada, Luismi se ha ganado un puesto en el equipo y el Real Valladolid se ha negado a negociar más con el Nástic. El propio presidente del club catalán indicó ayer mismo lo siguiente: “Nos tenemos que olvidar de Luismi. Pese a que el jugador quería venir y teníamos un acuerdo por el traspaso, el entrenador no le deja salir”.
Es cierto que Luismi prefería volver a Tarragona donde estuvo muy a gusto sus últimos seis meses, pero eso no le ha influido a la hora de ser uno de los mejores futbolistas de esta pretemporada del conjunto blanquivioleta. Ahora, Luismi tendrá que cambiar de «chip» y centrarse exclusivamente en el Real Valladolid con el que le resta un año de contrato con opción a prorrogarle por un año más en función de los partidos jugados. El Nástic deberá de valorar un plan B, ya que Luismi por el momento no vestirá de grana.
