Pau Torres lamenta la jugada desgraciada que supuso el segundo gol del Girona, pero da una lección de actitud para afrontar los reveses
Pau Torres es un hombre a una sonrisa pegado, siempre lo ha sido. También cuando vienen mal dadas y le toca asumir con rabia una jugada desgraciada como la que supuso el segundo gol del Girona en Montilivi. “Ya es pasado, ya no puedo cambiarlo. Le pedí el balón a Guitián y venía perfecta, pero justo en el momento clave botó mal y fue gol. He leído que dijo que la culpa fue suya, pero no tiene ni un 1 por ciento de responsabilidad, creo que fue una jugada desgraciada, un accidente. Quiero agradecer las muestras de cariño de los aficionados, mis compañeros y del mundo del fútbol en general”.
El cancerbero, siempre optimista, ya solo piensa en trabajar duro en el próximo entrenamiento y en ganar el partido ante el Tenerife. “En casa estamos fuertes y así debemos seguir, no se deben ir más puntos de Zorrilla. Es cierto que acumulamos diez derrotas pero me quedo con el lado bueno: aún tenemos mucho margen de mejora y estamos a un solo punto de los playoff”.
Pau Torres considera que el accidente ante el Girona no debe marcar su continuidad en el once o su suplencia. “No sé lo que va a decidir el míster, solo me centro en trabajar al máximo. Estos tres partidos me he encontrado bien”.
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