Desde el último partido ganado, ante el Zaragoza, el equipo ha sumado cinco puntos de 21 en juego.
Los males clasificatorios del Numancia se explican y se entienden por la falta de victorias. La última se registró hace casi dos meses, el 25 de septiembre, frente al Real Zaragoza. Desde esa fecha, ni en los tres partidos posteriores en Los Pajaritos ni en las siguientes cuatro salidas, el equipo soriano ha sumado un resultado favorable que alivie su actual situación. En esas siete jornadas, ha cosechado cinco puntos de 21 en juego. Un registro insuficiente para eludir la zona de descenso, ahora es penúltimo con 14 puntos, pese a contabilizar cuatro derrotas en el cómputo general de la temporada, solo mejorado por el cuarteto de equipos de cabeza, con una el Levante y tres, Sevilla Atlético, Girona y Lugo. Con este dato destaca más esa ausencia de victorias para entender la situación del equipo de Jagoba Arrasate. El otro registro contundente para explicar la clasificación del equipo es el del número de empates, un total de ocho, el que más de toda la categoría. Si bien es cierto que todos los rivales encuentran una dificultad enorme para doblegar al conjunto rojillo, sus problemas para ganar se sitúan en el mismo nivel. Y más cuando se ha visto remontado en varias ocasiones con un marcador favorable (Reus, Elche, Sevilla Atlético, Córdoba, Rayo y Real Oviedo).
El empate del pasado sábado en Tenerife no permite mejorar a nivel estadístico la posición del Numancia. Es más, cede un puesto respecto a su ubicación antes del viaje a Canarias. Pero en el apartado anímico puede suponer un cambio, al menos se puede hacer esa lectura además del punto cosechado, de cara a las siguientes citas. El equipo soriano no enderezaba un marcador adverso desde esa misma fecha de su última victoria frente al Zaragoza, que comenzó el duelo en Los Pajaritos adelantándose en la contienda. Los de Arrasate ganaron neutralizando la desventaja. Una situación parecida le sucedió en el empate frente al Alcorcón, que también se puso por delante durante el partido para después ceder esa ventaja con la igualada de Callens. No alcanzó la victoria finalmente, pero demostró sobreponerse a una situación adversa. En Tenerife ocurrió algo similar. Con el gol de penalti de Suso Santana en el minuto 35 de juego, el Numancia buscó la igualada que consiguió en el minuto 62 gracias a un tanto de Manu del Moral, aprovechando una salida defectuosa del portero Falcón. El conjunto numantino devolvió una parte de lo recibido durante los enfrentamientos precedentes. Esa tendencia la ha girado a su favor cuando más daño le estaba causando. El punto es insuficiente, pero le devuelve la posibilidad de recuperar cierta autoestima cedida en los choques precedentes cuando no pudo sostener un resultado favorable.
Todo lo analizado, sin embargo, queda en un segundo plano si no llegan las victorias. El mejor remedio para superar las crisis de resultados es ganar partidos y por ahí el Numancia cojea bastante. Con dos únicas victorias, es junto al Nàstic el que menos partidos ganados ha registrado. Ese es el motivo por el que ambos ocupen la última y la penúltima posición. Nueva oportunidad el sábado para enderezar el rumbo.
