El entrenador se sinceró tras el cierre del mercado de invierno: «Tenemos una buena plantilla y se acabará demostrando» · Aun así, avisa del peligro de un Racing reactivado

«No me puedo quejar. Tenemos una buena plantilla y se acabará demostrando. Tenemos diferentes recursos. No hay excusa». Alto y claro. Rubi fue muy sincero ayer al ser preguntado si estaba contento con las incorporaciones llegadas en el mercado invernal. No puso ningún pero, habló de trabajo en conjunto y de mérito por parte de la dirección deportivo, con Braulio Vázquez y Domingo Catoira al frente.
Mañana es probable que los cuatro refuerzos estén en Santander. Otra cosa es que jueguen. Pereira ya es uno más desde hace semanas y tiene casi asegurada la titularidad; Raúl Fernández estará en el banquillo: «Está perfecto. Solo hubo que explicarle nuestras ideas y meterle en el grupo»; Hernán Pérez ha llegado con el mismo ritmo que el resto: «Físicamente ha venido con un nivel muy alto y seguro que está en la convocatoria»; y a Tulio le faltaba un poco: «Un pelín, pero está con ganas e implicación. El otro día fue citado a última hora por el tema de Bergich».
En Santander les espera un rival «reactivado moralmente tras una victoria de mucho mérito en Miranda. Suele jugar a resultados cortos y realmente será difícil» y un campo en mal estado: «Los partidos que he podido ver lo vi normal. Si ha empeorado habrá que adaptarse; no hay más». Rubi tampoco quiere poner excusas en el estado del terreno de juego, cree que afecta a su manera de entender el fútbol, pero asegura que «hay que ser inteligentes. El Racing ganó el otro día en un campo con nieve y hielo, se supo adaptar».
También el viaje traía ayer de cabeza a Rubi y a todo el Real Valladolid, llegando a hablar de pensar en ir en avión -finalmente será en Alvia, a las 14.37 desde la estación del norte vallisoletana y regresará también por vía férrea el domingo a las 14.15 horas-.
Rubi sabe que la gente se ha vuelto a ilusionar con los refuerzos, es algo que prefiere a que se caiga en la desidia, pero avisa de que cualquiera te puede bajar a la tierra, como ocurrió el pasado domingo con el empate ante el Lugo: «Por eso, hay que mejorar como conjunto y si luego aparecen las individualidades, mejor. Pero a los rivales los desarmas con trabajo de equipo». Quiere enlazar varios partidos con triunfo, entrar en una buena dinámica y ha dedicado mucho tiempo esta semana a afrontar un choque ante un rival que está en la parte baja de la clasificación.

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