Los dos canteranos llevaron la voz cantante en la reunión con el entrenador y el presidente

Una de las consecuencias que ha traído consigo la crisis que explotó después de las derrotas en Granada y Cornellá ha sido el cambio de liderazgo en el vestuario. La temporada pasada eran Javi Baraja y Óscar los hombres que daban la cara cuando las cosas se torcían en el campo, pero ahora el hombre que ha tomado el protagonismo es Jesús Rueda, que se ha convertido, con el respaldo de Baraja, en la auténtica voz cantante.

Los dos canteranos fueron los que llevaron el peso de la reunión del vestuario con el entrenador y el presidente. Ambos, pero especialmente el extremeño, fueron los que reprocharon al entrenador su falta de equidad en algunas decisiones y su trato de favor hacia algunos de los presentes; los dos expresaron en voz alta y clara los males que aquejaban al grupo y ninguno tuvo pelos en la lengua para reprochar a algunos de sus compañeros lo que entendían como falta de implicación, compromiso y lealtad con los colores que vestían y con quien les paga. Y no hablaban del club, sino de los aficionados y seguidores.

Sus palabras, duras en algunos momentos, fueron recibidas con silencio en algunos casos. La reunión fue tensa, pero al final acabó imponiéndose el criterio de ambos -Rubio y Óscar apenas hablaron-. Rueda, que el invierno pasado rechazó una oferta económica del Betis para fichar por el doble de lo que cobra en Valladolid ya que había dado su palabra a Suárez de renovar, efectuó unas duras declaraciones contra Ebert nada más terminar el choque del sábado y algunas fuentes le citan como clave en la salida de Alcatraz.