El Real Valladolid disputará ocho de las catorce jornadas que restan ante su afición, con visitas complicadas de Madrid y Barça y otras vitales de Levante, Rayo o Almería.
Había quien, una vez concluido el partido entre Real Valladolid y Atlético este sábado en el Calderón, suspiraba con exasperación sabiendo que el equipo blanquivioleta estaría al menos una semana más en descenso. Y es que la situación no es para menos. A tres puntos del Málaga, conjunto más cercano en la tabla y fuera de la quema, la permanencia no se antoja nada fácil. Pero si hay algo de lo que no duda nadie es que esta pasa por el José Zorrilla.
Bien lo sabe el club, que apenas unas horas después de hincar la rodilla ante el Atlético, ya había arrancado la promoción para llenar el estadio contra el Levante este viernes, la primera de las ocho finales que se disputarán en Zorrilla y la primera de las catorce que restan de la temporada.
Desde las oficinas del estadio se es consciente de que los partidos como local son vitales. Y es que a fin de cuentas son muchos los encuentros trascendentales que tendrán JIM y los suyos para escapar de las llamas del infierno. El primero sin duda es este viernes, donde un resultado que no sea una victoria –a estas alturas ya no valen empates- puede considerarse casi una derrota.
Obviamente, no es la única prueba de fuego que tendrá que superar el Pucela. Después de este fin de semana, el conjunto blanquivioleta entrará en una vorágine de choques a vida o muerte, en el que cada uno de ellos, y dependiendo de lo que hagan Málaga, Getafe, Almería, Elche, Osasuna y Granada –el Celta, a ocho puntos, ya se plantea más difícil de alcanzar- el Valladolid se jugará el ser o no ser.
Precisamente los malacitanos serán el próximo match ball, apenas pasado el trago, sea bueno o malo, ante el Levante. La diferencia, que esta vez será lejos de Zorrilla. Precisamente esa es la baza que debe jugar el Valladolid; la de su afición y los encuentros asequibles que le quedan como local.
Con 42 puntos por disputarse, veinticuatro en casa con el apoyo de la afición, Rayo Vallecano, Almería, Espanyol y Granada pasarán por Zorrilla, rivales directos o muy asequibles para poder puntuar en varias ocasiones de tres. Bien es cierto que Barcelona y Real Madrid también cogerán el autobús para visitar Valladolid, pero no dando por descartado nada, se hace lógico pensar que serán dos partidos en los que se antoja complicado puntuar.
Ahí debe ser un elemento importante la afición, hasta el momento a un nivel de señorío y animación sobresaliente a pesar de algunos partidos en los que no era tan fácil estar a la altura, tal y como ha reconocido en repetidas ocasiones JIM. Por ejemplo, en los que se empezó perdiendo 0-2 en Zorrilla frente a Sevilla, Real Sociedad y Elche –ni un solo pito o reproche en la grada durante dichos partidos- o con algunos choques tan pobres en calidad de visitante como el de Barcelona frente al Espanyol o en Granada.
Así las cosas, solo queda esperar que el equipo también dé una vuelta de tuerca, no solo la afición. Y es que por mucho apoyo que llegue desde la grada y por mucho que se llene el estadio, de poco sirve si los once que se visten de corto dejan ver la cara que, por desgracia, han enseñado alguna que otra vez esta temporada.